Roque Dalton
(El Salvador, 1935-1975)

Las historias prohibidas del pulgarcito (1974)


IX. Poema de amor

Los que ampliaron el Canal de Panamá
(y fueron clasificados como “silver roll” y no como “gold roll”),
los que repararon la flota del Pacífico
en las bases de California,
los que se pudrieron en la cárceles de Guatemala,
México, Honduras, Nicaragua,
por ladrones, por contrabandistas, por estafadores,
por hambrientos,
los siempre sospechosos de todo
(“me permito remitirle al interfecto
por esquinero sospechoso
y con el agravante de ser salvadoreño”),
las que llenaron los bares y los burdeles
de todos los puertos y las capitales de la zona
(“La gruta azul”, “El Calzoncito”, “Happyland”),
los sembradores de maíz en plena selva extranjera,
los reyes de la página roja,
los que nunca sabe nadie de dónde son,
los mejores artesanos del mundo,
los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera,
los que murieron de paludismo
o de las picadas del escorpión o de la barba amarilla
en el infierno de las bananeras,
los que lloraran borrachos por el himno nacional
bajo el ciclón del Pacífico o la nieve del norte,
los arrimados, los mendigos, los marihuaneros,
los guanacos hijos de la gran puta,
los que apenitas pudieron regresar,
los que tuvieron un poco más de suerte,
los eternos indocumentados,
los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes más tristes del mundo,
mis compatriotas,
mis hermanos.



XVI. Poema

Las leyes son para que las cumplan
los pobres.
Las leyes son hechas por los ricos
para poner un poco de orden a la explotación.
Los pobres son los únicos cumplidores de leyes
de la historia.
Cuando los pobres hagan las leyes
ya no habrá ricos.



Formularios... hoja No 2

Para orientación de nuestros compañeros que se encuentren alguna vez en la necesidad de pronunciar un discurso de ingreso en alguna institución cultural salvadoreña de tipo tradicional (en los casos y de acuerdo a las estipulaciones que constan en el juramento prestado según la fórmula de la hoja No 1 de la presente serie), la JUNTA DIRECTIVA DEL CIRCULO LITERARIO UNIVERSITARIO se permite adjuntar un ejemplo de discurso “anarco-criminoso” que tuviera gran éxito al ser pronunciado por su autor en un fallido intento de ingreso a la AcademiaSalvadoreña de la Historia, intento para el cual había sido debidamente aleccionado por nuestra organización.

Del nivel de dicho éxito habla fehacientemente el hecho de que nuestro compañero ha cumplido ya su octavo mes de prisión en la Penitenciaría central, acusado de atentado contra los símbolos patrios, promoción de desorden público, daños a particulares (le dio un patatús al Dr Julio Fausto Fernández y el Dr Ramón López Jiménez agarró zumba de churría durante más de un mes), injurias y calumnias. Su ejemplar pieza oratoria dice así:

“Excelentísimo Señor Presidente de la República:
Su Señoría Ilustrísima Monseñor Arzobispo de San Salvador:
Venerables e Ilustradísimos Señores Académicos:
Todo el mundo sabe que siempre odié a la gran mayoría de los próceres.

José Matías Delgado, con cuyo apellido me sobrenombraba uno de mis múltiples dentistas de mi niñez descalcificada, siempre me hace pensar en el catarro y en el mal aliento eclesiástico, ya lo dije en un poema.

Estoy absolutamente seguro de que José Simeón Cañas, el libertador de los esclavos, bebía demasiado y en forma embozada, y que Manuel José Arce era lo poco figura histórica como para inspirar a gentes de la calaña intelectual de Chema Lemus.

¿Os imagináis, compatriotas, que el General Francisco Menéndez, responsable de una muy recordada Reforma Liberal olorosa a naftalina y a patas de cuca, era alguien mucho mejor que nuestro contemporáneo Cabro Loco, el salvavidas más viejito del mundo?

El culto a toda esa pandilla de pendejos es una de las mayores expresiones de nuestra catutería mental.

Yo sé, ilustres señores que me escucháis, que no se podemos esperar de un día para otro devenir en unos Felipes Mansos de la perspectiva histórica y que en el cuartito mesonero en que nos encierran las fronteras a puras penas cabe Catuta.

Sin embargo, ni me aconsejo la natación contra corriente, ni quiero pecar de proponérosla en ningún nivel: el águila no solamente no caza moscas sino que deja de hacerlo con la más silenciosa majestad.

Por eso me empecino en admirar a los futbolistas criollos que derrotaron al Santos de Brasil ( con todo y la presencia de Péle en sus filas, les zampamos, como todos vosotros recordaréis, dos goles contra uno, con el agravante de que el gol brasileño fue de penalty ); a la Camiona, esa puta notabilísima y loable, santaneca, que nos dotó de un argumento todo poderoso contra cualquier cultura extrajera de ayer y de hoy , saliendo airosa de un coito semipúblico con Truxon, el gorila del Circo Atayde; y , no faltaba más, al Chino Pinto, lanzándose desde tan alto, en un paracaídas sospechoso, sobre un territorio tan pequeño como es el de nuestro país, etc .”



OH LIGARQUÍA

Dedicado al núcleo de la clase interna lacayo-dominante,
que incluye una apreciación nada personal sobre lo que
le cabe esperar de su amo, a juzgar por los vientos que soplan.

Oh
ligarquía
ma
drasta
con marido asesino
vestida de piqué
como una buitra
acechaste en las ramas
del enredo de la Historia
ridícula como todo lo malo
hay que acabar contigo gorda
asna con garras
tigra de palo
cruel y más cruel y todavía odiando
te hacés cargo de la delicia del pollo
no de la horrible
retorcida de buche del traspatio
cenás con el abogado
pero solo dormís tranquila por el pobre cuilio
maje
chucha insepulta y emperifollada
Gran Arquitecta de las cárceles
y de la mayoría de enfermos que se quedan afuera del
Hospital
vieja matona de alma intestinal
una tacita de oro y de café y una pistola
un crucifijo de conchanácar y un garrote
oligarquía
bacinilla de plata del obispo y jefa del obispo
puñal de oro y veneno del Presidente
y mantenedora del Presidente
caja de gastos chichos de Míster Rockefeller
coyota del seños Embajador
rufiana de la patria
oligarquía hoy más que todo
náufraga que quiere undir al barco
depósito recargado de mierda del avión
imperial
y amenaza tormenta.



Larga vida o buena muerte para Salarrué...

Larga vida o buena muerte para Salarrué
Dios lo bendiga y lo haga un santo don Salarrué
Chas gracias por sus dulces guáshpiras
por los tentuntazos de ternura
con que me ha zomatado las arganillas del corazón
que si se muere mañana es viernes
las Animas Benditas los cundundeyen
y lo hagan seguir camino
que San Pascual Bailón me lo ampare
y me le tape las veredas del chimbolero
y que la Virgen del Perpetuo Socorro
y la Virgen de Candelaria

Me lo manden bien a la llama para el cielo
caballero en un caballo bien maiciado
que no sea sombristo
ni tan entelerido como el de mi genera Claramount
y que para mientras tanto
en la vida me lo tenga galán y chelón
que no le falte la salud el pisto ni el amor necesario
que coma sus tres tiempos
y le sobren amigos la pura mar y sus conchas
como si hubiera obtenido la piedra azul
que vomita la zumbadora
cuando es derrotada por un hombre de bien
que me le caiga también la bendición del Cipitillo
y la del Cadejo Blanco
no liunque que ahora estén un poco caídos de la moto
frente a los cantantes peludos de la Televisión
todos ellos medio miráme no me tentés

Y que también le lluevan y le valgan
las bendiciones de don Gerardo Barrios y doña Adelaida
de los indios Anastasio Aquino y José Feliciano Ama
de don Pedro Pablo Castillo y el maishtro Felipe Soto
de Catuta y el Choco Albino
del Negro Lagos
de María Jacobo
Firuliche
y el viejo cascarita de Don Chico Gavidia
todas ellas
entre una tronazón de cohetes de vara
y la silbazón de las buscaniguas
y de gritos de viva Romero hijos de puta
santo remedio
para que se pueda echar a la rabadilla otros setenta
años
y allá para su ciento cuarenta aniversario
yo pueda disponer de algunas maracandacas
(y de permiso para entrar al país)
y nos podamos enzaguanar juntos un par de
talaguashtazos
del mejor chaparro de Oriente
con boca de chacalines
y chimol de jícama de Cojutepeque
cutuquitos de caña
y una pailada de pedazos de marañon japonés

Seguro que para entonces habrá ya en el mundo menos truncias
y nadie dirá ya que aparten a la Catapulta a un lado
para continuar siguiendo
y la señora Guaramba aún irá diciendo por los caminos
“¡Ve pué!”
pero de pura contentura y sabiduría
y nadie les pegará en las nalgas a los cipotes
por ispiar por los hoyitos de la carpa del circo
más bien todo el país será una chulada de circo para niños
con payasos cosmonautas y mistiricucos de Saturno
con repartición de sorbetes de mora y caramelos de leche de burra
de puro choto para todos
y chilate con nuégados para los papases y las mamases
a la salida
y bolsas de alboroto quiebradientes y güishte vitaminado
y panes con chumpe de tres chunchucuyos
y pupusas de loroco automáticas
envueltas para llevar a las casas de cada quien
casas bien pintaditas y tiperías
contraspatio para jugar escondelero y aprietacanutos
y los hombres serán milagreros exactos
no tan desproporcionados como San Isidrito el hijuepuerca
y considerarán el “ para vos nuay ” como un insulto incomprensible
usado allá en un tiempo viejo y más cuico que el cuico Goméz
en una época más gedionda que un muerto gediondo
nacido de la terrible reprimenda de la papamama
papamama
tiempo y época felizmente finados para siempre
¿y sabe desde cúando don Salarrué?
desde el momento en que alguien
aunque sea aquel cipote aprietado y cabeza de huizayote
ponga en manos del pueblo la honra de la Juana
el puñal con mango de concha
y el Tata Pueblo mira la hoja puntuda con cara de vengador
y diga “pues es cierto”
y cierre la noche

Así que ya le digo don Salarrué
Y ya con ésta me despido
entre triste y alegre como currunchiche mareño
me aparto revira contra clubis por las dudas
y ahí lo dejo
en la felicidad de su cumpleaños



La Clase Obrera y el Cura José Matías Delgado

El 5 de noviembre de 1821, el cura José Matías Delgado pegó un grito y se puso a sonar campanazon en la Iglesia de la Merced, en la ciudad de San Salvador. Todas gentes de la cuidad que valían la pena dijeron que era un loco aquien habia que ponerlo en su lugar, para que no siguiera con sus bullas; lo único que estaba consiguiendo era desprestigiar al país ante nuestro meros amos del Noroeste y el resto del mundo civilizado, que qué iban a pensar de nosotros en Madrid, con esas calumnias que regaba el mentado cura, diciendo que había injusticias y subyugación en toda la provincia. Las viejas ricas cloquearon entre sus collares y sus bigotes.
“Cura narizón que lo que debiera es limitarse a enseñar el Rosario y dar sus misas cantadas y preparar a los niños y a los criados en la Doctrina y predicar sobre el Santo Matrimonio —dijeron— no andar aí de candil de la calle metido a Redentor Puñetero.”

Pero el Padre José Matías le siguió dando. La verdad es que los primeros peninsulares que supieron escoger la libertad y mandaron al diablo a España y al Rey, sí ganaron (y estuvieron listos para coger parte del nuevo mango de la nueva sartén). Habría hoy un lugar para cosas así ? Habría dar ese lugar ? El cherito José Matías Delgado, como cura principal que era de San Salvador y como dueño de una hacienda añilera de mil 440 manzanas, pertenecía, o bien a la clase alta o bien a un sector equidistante entre los sectores más altos de la clase media y la clase alta. Era criollo hijo de criollos y poseía ilustración. Ello quiere decir que el padre José Matías no era lo que se llamaba entonces un hombre del pueblo y más bien pertenecía a lo que hoy llamaríamos las clases explotadoras o por lo menos las clases que, teniendo las condiciones para ser plenamente explotadoras, eran sin embargo explotadoras por España y necesitaban sacudirse a la Madre Patria del lomo para explotarnos mejor.

Por qué, entonces, venimos tratando tan bien,tan simpáticamente ,al cura Delgado, desde el inicio de este poema ? Hay una (única ) razón: lo que no se puede negar es que el chero José Matías era hijo de la nación que pugnaba por nacer. Y por su ubicación social y sus características personales, por el tipo de la sociedad colonial en que surgió, estuvo en capacidad de tener conciencia de ello, aún al nivel de identificar los intereses de la naciente nación con los de la clase a que pertenecía. El enemigo principal de aquel feto de nación era entonces el colonialismo español. Al luchar contra él, aunque no fuera del todo bien, José Matías Delgado defendía los intereses de todos los centroamericanos, desde el más encopetado hasta el más pelado.
José Matías y sus camaradas de procerato, junto con la gran mayoría de la capa inferior de los criollos y la superior y media de los mestizos, lograron la independencia política formal de nuestro país. Y eso fue bueno de por sí, independientemente de si lo hicieran por favorecer al pueblo ( que en verdad estaba formado por las clases llamadas entonces bajas y por las capas bajas de la clase media), o de si lo hicieran por vender a mejor precio su añil y su cacao, fuera del monopolio comercial de España. No nos oponemos pues, a considear al Curita, como Padre de la Patria (hay que decir también que la hija no está como para andar presumiendo).

Además hay que considerar también que la historia posterior del desarrollo de lo que entonces eran las clases dominantes de El salvador, no hay que ser tan del al tiro mecánicos. Pues no es verdad que los próceres hayan sido tan sólo las semillas de las catorce grandes familias, de los barones del café. Unos próceres sí, pero otros no.
Los próceres lucharon contra España para explotar (objetivamente) al país en nombre propio.
Y desde aquel hoyo que fue entre nosotros el principio del siglo pasado, nos dan todo el aspecto de que querían ser la burguesía nacional.
Se amolaron. Porque en su interior, las contradicciones políticas a nivel centroamericano retardaron demasiado el proceso y, por otra parte, porque ¿con qué telas (si no hay arañas) iban a dar el salto desde la gleba políticamente independiente que nos dejara España hasta la pujante etapa del capitalismo cipotón?

¿Diónde burguesía nacional seria, sin industrialización, sin creación de tecnología, sin clase obrera?. La burguesía nacional no puede existir sin su contrario interno, sin su sepulturero, para no plantear más que este problema. De ahí que aquellas clases dominantes que encabezaron la movida de la independencia se fragmentaran en pedazos antagónicos (pedazos alemanes, franceses, ingleses, norteamericanos) | y entre peleas que se llamaron liberal-conservadoras, chapino-guanacas, catracho-pinoleras, etc., fueran perdiendo su primitiva cara progresista y se dedicaran a consolidar la gleba, con las materias agrícolas y el corazón puestos en el Mercado Internacional.

Vivir para el Mercado Internacional significaba vivir para el dueño del Mercado Internacional (que después de algunos forcejeos vino a ser el imperialismo norteamericano, si me perdonan la expresión, sobre todo en poesía, vaso santo).
Entonces aquellas clases dominantes que se habían dormido en la corriente (aunque no sin antes concentrar en sus manos toda la tierra del país y matar de hambre a medio mundo), vinieron a ser de nuevo las hijas-socias del patrón, las únicas intérpretes de la voz del amo, como el chucho careto de la RCA Victor.
Si la clase obrera salvadoreña hubiera existido en 1821, talvez podría haberse unido con la amplia cherada político-social del padre José Matías Delgado y talvez habría habido burguesía nacional salvadoreña, es decir, burguesia anticolonialista, anti-imperialista, aunque fuera por una vez en la vida.
Pero nuestra clase obrera, y quizás habría que dar garcias a dios, ha venido naciendo ya demasiado tarde para meterse en todo eso. Aunque dichas así suenen las cosas como tema de corrido chapín.

La oligarquía del imperialismo vende hoy al padre Delgado con los labios pintados, en fotos donde se le mira repartiendo hostias de pasta de Incaparina y haciendo con las dos manitas, a cada rato, el gesto de la Alianza para el Progeso, de la Pacona y de la mismísima Mano Murder Inc. de Arana Osorio y de Fidel Sanchéz. Pero la clase obrera salvadoreña nunca será ya el contrario dinamizador de la burguesía nacional, que tuvo su único chance de vivir a partir de 1821.
La situación de hoy es muy distinta a la de la época de aquella independencia política. Al revés y al derecho, por dentro y por afuera.
El imperialismo desea que la Nación Salvadoreña S.A., Made in USA.
Lo cual quiere decir que la nación de los salvadoreños sólo será salvadoreña si es anti-imperialista.
No hay de otras. No hay de piña, entradores.
Para esos afanes nacionales la clase obrera puede ganar para sí al Padre Delgado, padre de la Patria. Ayudándole a tocar bien duro las campanas de 1821, ya no sólo con la música de la Marsellesa y las canciones antimonárquicas, sino también con la melodía y los coros de la internacional.
Así vamos a ir aprendiendo a saludar a la verdadera patria, la patria de los pobres, hijos suyos, orgullosos.
Porque la nación que comenzó a ser nación al dejar de ser yanqui y marchar poco a poco, pujante de soberanía, hacia la gran nación internacional, a la gran comunidad liberada por la revolución mundial.
Lograr eso será nuestra gloria mayor.
Todas las naciones liberadas vendrán entonces a nuestro encuentro, con sus propias campanas.

Fin.


LA ERA MARTIANA (1931-1944)
II. La Soberanía.

El guerrillero nicaragüense
Augusto César Sandino
dijo a los militares yaquis
que habían invadido Nicaragua:

“La soberanía de un pueblo no se discute:
se defiende con las armas en la mano.”

Cuando el levantamiento obrero-campesino en El Salvador
en 1932
los yanquis y los ingleses propusieron
al General Maximiliano Hernández Martínez
desembarcar tropas en el Puerto de La Libertad
para ayudarle a reprimir la rebelión.

El General Martínez dijo que eso no era bueno para la
soberanía nacional
y les envió a los almirantes un telegrama
que a su vez él había recibido de parte del General
José Tomas Calderón,
más conocido como “Chaquetilla”,
Jefe de Operaciones de la Fuerzas Punitivas del
Gobierno salvadoreño
en labores de Pacificació en la Zona Occidental de la República.

El telegrama decía así:

En saludo a honorables comandantes declaramos situación
absolutamente dominada fuerzas gobierno El Salvador.
Garantizadas vidas propiedades ciudadanos extranjeros
acogidos y respetuosos leyes de la república. La paz está
establecida en El Salvador. Ofensiva comunista deshechada
sus formidables núcleos dispersos. Hasta hoy cuarto día de
operaciones están liquidados cuatro mil ochocientos comunistas.

Martínez se pasó trece años defendiendo así la
soberanía nacional.
En los ultimos 40 años
12 nuevos gobiernos se han ido pasando de mano en mano
esa tremenda responsabilidad.



VIII. Filosofía para gobernar El Salvador
Por períodos no mayores
(ni menores) de trece años

[Pensamiento del general Maximiliano Hernández Martínez,
Maestro Teósofo y Presidente de la República
—de 1932 a 1944—.
Q.D.E.S.G.L.T.]

“Es bueno que los niños anden descalzos. Así reciben mejores los efluvios benéficos del planeta, las vibraciones de la tierra. Las plantas y los animales no usan zapatos.”
(Ante un ofrecimiento hecho por Mr. Winall A. Dalton, en nombre de la colonia norteamericana residente en El Salvador, de regalar sandalias de hule a los niños descalzos de las escuelas públicas.)

“Los biólogos sólo han descubiertos cinco sentidos. Pero en realidad existen diez. Hambre, sed, procreación, micción y movimiento intestinal, son los sentidos no incluidos en la lista de los biólogos.”

“Por qué sonrié consigo mismo un hombre cuando camina por la calle?
Porque el espíritu domina a la materia.”

“Es un crimen más grande matar a una hormiga que a un hombre, porque el hombre al morir se reencarna, mientras la hormiga muere definitivamente.”

“Si se calienta el agua resulta vapor. ¿Cómo sería entonces el supervapor? Aunque no lo conocemos, en realidad existe.”

“Las bajas formas de democracia hacen énfasis en los derechos; las altas formas sobre los deberes.”

“La democracia es amor.”


(De sus conferencias semanales sobre temas teosóficos, dictadas desde el Paraninfo de la Universidad Nacional y transmitidas por cadena radial a todo el país. Citas de William Krehm.)
“Yo soy Dios en El Salvador.”

(Respuesta al Arzobispo de San Salvador cuando éste le pidió en nombre de Dios el cese de las ejecuciones de los revolucionarios de abril de 1944.)
“En ocación de haberse desatado un brote epidémico de viruela en El Salvador, el General Maximiliano Hernández Martínez se negó en absoluto a poner en práctica las medidas antiepidémicas modernas o aceptar la ayuda de los organismos internacionales de salud. Simplemente mandó a forrar en papel celofán de colores los faroles del alumbrado público, aduciendo que los rayos de la luz así matizados bastarían para purificar el ambiente, mantando a las bacterias de la peste.”

“El hijo del General Martínez, el menor, el más querido, enfermó de apendicitis. El General se negó a ponerlo en manos de un médico-cirujano y comenzó a tratarlo personalmente con las 'Aguas Azules' ( que eran aguas naturales puestas a asolear en grandes botellas de colores en el patio de la Casa Presidencial ). El proceso de la apendicitis se profundizó, vino la peritonitis y el niño murió entre espantosos dolores. El General Martínez dijo únicamente que había que resignarse, que si ' los medicos invisibles' no habían querido salvar a su hijo, no había por qué interponerse en los inextricables designios de la naturaleza.”



TODOS

Todos nacimos medio muertos en 1932
sobrevivimos pero medio vivos
cada uno con una cuenta de treinta mil muertos enteros
que se puso a engondar sus intereses
sus réditos
y que hoy alcanza para untar de muerte a los que siguen
naciendo
medio muertos
medio vivos

Todos nacimos medio muertos en 1932

Ser salvadoreño es ser medio muerto
eso que se mueve
es la mitad de la vida que nos dejaron

Y como todos somos medio muertos
los asesinos presumen no solamente de estar totalmente
vivos
sino también de ser inmortales

Pero ellos también están medio muertos
y sólo vivos a medias

Unámonos medio muertos que somos la patria
para hijos suyos podernos llamar
en nombre de los asesinados
unámonos contra los asesinos de todos
contra los asesinos de los muertos y los mediomuertos

Todos juntos
tenemos más muerte que aquellos
pero todos juntos
tenemos más vida que ellos

La todapoderosa unión de nuestras medias vidas
de las medias vidas de todos los que nacimos medio
muertos
en 1932.



IV. Vox Populi

“En 1932 no se torturó a nadie. ¿A qué horas, señor? Ya sólo con fusilar aquellas tanatadas de gente teníamos más trabajo del que podíamos atender son seriedad. Por eso no me extraña que haya sobrevivientes de entre los fusilados. Se conoce el caso de don Miguel Mármol, pero debe haber otros por ahí, que no hablan por el miedo de que se los vuelvan a tronar otra vez en la menor oportunidad.”

“Nadie comía carner de cerdo. En primer lugar porque de seguro esos animales se habían encargado, junto a los zopilotes y los insectos, de devorar los cádaveres de los campesinos que habían caído entre los matorrales y en segundo lugar porque más de alguna persona aseguró que vendedores inescrupuloso habían llegado a la vender carne humana en las zonas de occidente especialmente azotadas por el hambre, haciédola pasar por carne de cerdo.”

“Las Guardias Cívicas tenían carta libre para matar a cualquiera. Las autoridades judiciales y militares, por el contrario, estimulaban a los miembros de tales cuerpos para que hicieran los menos prisioneros posibles y de una vez fueran haciendo justicia directa, a tiro limpio. Los grupos de la Guardia Cívica competían entre sí para ver quién podía matar o localizar más comunistas en un día. Estas Guardias actuaron y mataron gentes aun en lugares donde nunca hubo actividad comunista ni comunistas.”

“Desde varios púlpitos de San Salvador los sacerdotes absolvieron previamente cualquier pecado que por exceso pudieran cometer los miembros de las Guardias Cívicas en el desempeño de sus labores anticomunistas.”

“¿Que no se torturó? Eso es falso. Se torturaba diaria y constantemente. Toda persona que era capturada era muerta después de horribles palizas, macheteadas, sacaduras de ojos, colgaduras. La Guardia Nacional mató a muchas personas a culatazo limpio, el ejército se distinguió en el uso de la bayoneta. Cuando se capturaba a un campensino que hubiera hecho resistencia se le cogía entre cuatro por brazos y piernas, se le lanzaba al aire y se le enganchaba en la caída con las bayonetas. La única garantía de nos ser torturado era ser muerto desde lejos.”

“En todos los hospitales había orden de avisar a la Guardia o a la Policía sobre los heridos que llegaran a pedir curación. Así se capturó y se mató a muchos que habían sobrevivido a los ametrallamientos en las zonas rurales.”

“En Izalco se llevó a los niños de las escuelas primarias a presenciar el ahorcamiento del líder indígena Feliciano Ama.”
“Un destacamento de la Guardia en San Salvador allanó un conocido prostíbulo y venta de aguardiente. Con la amenaza de que si no aceptaban complacerlos, las acusarían de comunistas y las matarían, obligaron a las prostitutas a participar en una orgía que duró una semana, hasta que se agotaron las existencias de licor. Una de las prostitutas fue muerta a golpes por los Guardias Cívicos en medio d ela borrachera.”

“Dice don Miguel Mármol que, en Armenia, un general de apellido Pinto mató personalmente a más de setecientos campesinos que habían sido capturados por el ejército. Los soldados obligaron a los presos a abrir sus fosas y luego venía el general y los mataba con su pistola.”

“De acuerdo con la población de entonces, en enero de 1932 hubo en El Salvador más de um muerto y medio por kilómetro cuadrado.”

“Entre los fusilamientos efectuados con lujo de publicidad en Izalco, causó gran dolor el de el campesino pobre Francisco Sánchez, conocido en la población y entre los indios como Chico Sánchez, quien se había afiliado al comunismo y que precisamente por el cariño de que gozaba había sido seguido por mucha gente hacia las filas del Partido Comunista, los sindicatos campesinos y el Socorro Rojo Internacional. En publicaciones anticomunistas centroamericanas han circulado una serie de fotografías del fusilamiento de Chico Sánchez. En ellas se ve al dirigente campesino posando entre el Coronel Juan Ortiz y el cura que le ofreció los 'auxilios cristianos,'o bien arrodillado frente a este mismo cura en los momentos de hacer su confesión católica. La foto final de la serie muestra a Sánchez muerto, con la boca y los ojos abiertos, mirando hacia el infinito, mientras el volcánde Izalco comenzaba un violento ciclo eruptivo. Un poeta de la época, izquierdista que con el correr de los años se convirtió en un furibundo derechista, pudo entonces captar en unos versos defectuosos pero muy sentidos, lo que pensaba el pueblo de la figura de Francisco Chico Sánchez:

Francisco Sánchez , Francisco,
indio de mirar lejano,
la dura cara de risco
y el corazón franciscano...”

“La pistola 45 comenzó a ser muy apreciada en el ejército de El Salvador durante los acontecimientos del 32. A partir de entonces se convirtió en el arma personal por excelencia de los oficiales en campaña. Es que fue sin duda notable cómo las balas de fusil, digamos 30.06, e imclusive las ráfagas de ametralladora pesada de este calibre, eran incapaces de contener a los campesinos que cargaban contra la trop a machete pelado.
Los enardecidos comunistas terminaban por morirse, pero alcanzaban a llegar hasta el nido de ametralladoras y en ocasiones hasta herían a los soldados del ejército. El impacto de la bala 45, que, como se sabe, es un golpe de 500 libras en una superficie de 11 milímetros de diámetro, paralizaba inmediatamente en el mismo lugar a quienes lo recibían. Parece que ello se debe al shock o algo por el estilo.
Lo cierto es que ningún oficial portador de la pistola .45 tuvo la menor dificultad durante los hechos de la guerra de aquel año. Igual experiencia habían tenido las fuerzas norteamericanas invasoras de las Filipinas.”



SOBRE ANASTASIO AQUINO, PADRE DE LA PATRIA
(documentos)

I. Los decretos de Tepetitán
Decreto A

“Anastasio Aquino, Comandante General de las Armas Liberadoras de Santiago Nonualco, en este día ha acordado imponer las penas a los delitos que se cometan y son las siguientes:

1. El que matare, pagará una vida con otra.
2. El que hiera, se le cortará la mano.
3. El que atropellare a las autoridades civiles y jefes militares, serán castigados conforme a las leyes.
4. Los que atropellaren a las mujeres casadas o recogidas serán castigados conforme a las leyes.
5. El que robare, tendrá la pena de cortale la mano, por la primera vez.
6. Los que anduvieren de las nueve de la noche en adelante, se expondrán al peligro de muerte; y si se salvaren, a pagar su infracción con un año de obras públicas.
7. Los que fabriquen licores, sufrirán multa de cinco pesos por primera vez y por segunda vez la de diez.

Dado en Tepetitán, el 16 de febrero de 1833.”

Decreto B
“Yo, Anastasio Aquino, Comandante General de las Armas Liberadoras de Santiago Nonualco, en este día he acordado lo siguiente:

“Queden libres de obligación de pagar todos los deudores que se encontraren en el territorio en que hace sentir su fuerza mi gobierno. El que intentare cobrar deudas contraídas antes de lo acordado, sufrirá diez años de prisión, que pagará en obras públicas.

Dado en Tepetitán en la noche del 16 de febrero de 1833.”

Filiación

Anastasio Indio Registrada por Casamto.

“En Santiago Nonualco a diez y seis de abril de mil
setecientos noventa y dos. Yo el cura propio le
hize los exorcismos, puse óleo, bautizé solemnemente
y puse chrisma a Anastasio Aquino Mártir que nasió
a quinse de dho, hijo Igmo de Thomas de Aquino y
María de San Carlos, Indios. Fue padrino Juliám Cisneros
a quien advertí el parentezco y obligación que contrajo; y
porque conste lo firmé.

Anto. Rosa de Aguado.”


Pag. 117 de tomo 13 de libros parroquiales de Santiago nonualco, de 1789 a 1794.

“De estatura alta; de buen grosor y con músculos muy
desarrollados: pómulos salientes; nariz achatada, pelo liso,
que bien puede ser negro; color de cútiz, parduzco o cobrizo.”



III. El poema de sus hechos.

Nació lejos de Dios padre bien a la izquierda
sembró maíz y maceró la hoja añilera
sobrevivió bajo el sol a plena sed y plena hambre
se refugió en el amor cuando aún era un niño

Después se levantó contra el Gobierno de los blancos
de los ladrones de la tierra
contra la elevación de los impuestos
que era nada más que otra condena a muerte
y contra la caza de hombres para el ganado de la guerra
el Ejército de las guerras de los blancos

Para comenzar a pelear inventó la emboscada
“cien arriba y cien abajo”
y con lanzas de hüiscoyol y cañones de madera de canoa
derrumbó todos los siglos de tradición militar española

Su punto débil fue la falta de información
porque no supo nunca que había ganado la guerra
que había hecho huir al Gobierno de la Capital
y que el poder político de la Nación
esperaba con las piernas abiertas a las tribus nonualcas

También fue muy malo que se le emborrachara toda la tropa
y sufriera su primer derrota
de manos de las mujeres del mercado de Zacatecoluca

Luego vinieron la traición y Las Leyes de la Historia
y la potencia del enemigo
Fue el Espartaco de El Salvador
el Marulanda y el Yon Sosa y el Patricio Lumumba
del siglo XIX en El Salvador.



IV. ¡Viva el rey de los nonualcos!

“Los ricos criollos [de San Vicente] se habían refugiado en la iglesia tratando de resguardar sus riquezas bajo el mando de Aquel que abominó delos potentados y consagró su vida a la pobreza y a la humanidad. Los indios no se atrevían a entrar, atacar el templo. Siglos de prédica opresora les había infundido un fanático temor frente a la divinidad de los blancos, frente a aquel Dios que podía fulminarlos si se decidían a atacar su morada. Parecía que la estrategia criolla daría resultado. Desde una torre de la iglesia, el cura lanzaba anatemas contra los ejércitos indios. Pero el valor del Tayte logró dominar el pánico y la iglesia fue tomada por las huestes nonualcas.IV.

Y allí, en esa iglesia de pueblo, Anastasio Aquino consuma su más formidable acto reolucionario, el de que lo consagra como líder, como precursor de los que muchos años después señalaría la religión como un opio que adormece los instintos de la libertad del hombre y los somete a la explotación de quienes —en nombre de Cristo— se alimenta con la sangre, el sudor y las lágrimas de los desheredados.

Para demostrar a los indios la falsedad de los castigos con que los amenazaba el cura, para que se convencieran de que ningún rayo celeste los abatiría por sacrilegio, Aquino trepó al camarín que resguardaba una ridícula imagen de San José y, derribándola, se ciño la corona y se cubrió con el manto de la estatua constituyéndose así, a los ojos de los indios, en el gran demoledor de la mentira católica, en redentor auténtico de la raza oprimida, en verdadero apóstol de aquel que dijo 'Bienaventurados los humildes, porque ellos poseerán la tierra'.”




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