Roque Dalton
(El Salvador, 1935-1975)

Taberna y otros lugares (1969)
Premio Casa de las Américas, 1969


AMERICA LATINA

El poeta cara a cara con la luna
fuma su margarita emocionante
bebe su dosis de palabras ajenas
vuela con sus pinceles de rocío
rasca su violincito pederasta.

Hasta que se destroza los hocicos
en el áspero muro de un cuartel.



27 AÑOS

Es una cosa seria
tener veintisiete años
en realidad es una
de las cosas más serias
en derredor se mueren los amigos
de la infancia ahogada
y empieza a dudar uno
de su inmortalidad.



MIEDO

A Julio Cortázar

Un ángel solitario en la punta del alfiler
oye que alguien orina.



EL DESCANSO DEL GUERRERO

Los muertos están cada día más indóciles.

Antes era fácil con ellos:
les dábamos un cuello duro una flor
loábamos sus nombres en una larga lista:
que los recintos de la patria
que las sombras notables
que el mármol monstruoso.

El cadáver firmaba en pos de la memoria
iba de nuevo a filas
y marchaba al compás de nuestra vieja música.

Pero qué va
los muertos son otros desde entonces.

Hoy se ponen irónicos
preguntan.

Me parece que caen en la cuenta
de ser cada vez más la mayoría!



CON EL 60% DE LOS SALVADOREÑOS

Ciento cuarenta mil dólares
y te pondrás rascar la espalda
con el Bird in space, de Brancusi.

Diecisiete dólares tan sóo
y recibirás por doce meses
la Revista Fortune.

Ser inferior que apenas
ganas 55 dólares por año:
la validez de la escultura moderna
es un asunto no resuelto,
la Revista Fortune
solamente aparece en inglés,
¿para qué hacerse entonces mala sangre?

¡La eterna primavera siga contigo, compatriota
de los campeones centroamericanos (juveniles) de fútbol!



O.E.A.

El Presidente de mi país
se llama hoy por hoy Coronel Fidel Sánchez Hernández.
Pero el General Somoza, Presidente de Nicaragua,
también es Presidente de mi país.
Y el General Stroessner, Presidente del Paraguay,
es también un poquito Presidente de mi país, aunque menos
que el Presidente de Honduras o sea
el General López Arellano, y más que el Presidente de Haití,
Monsieur Duvalier.
Y el Presidente de los Estados Unidos es más Presidente de mi país,
que el Presidente de mi país,
ese que, como dije, hoy por hoy,
se llama Coronel Fidel Sánchez Hernández.



EL PRIMOGÉNITO
[fragmento de “Los extranjeros”]

Yo en cambio lloro por mi alma:
mi alma es vaporosa cuando bebo solo:
los escombros de mi alma son traicionados por su dueño
para los testimonios de esta máquina implacable.
Y eso,
mientras sobre mis hombros cae —con infinita lentitud­—
la ceniza amarilla de mis antepasados.

No sabemos lo que hemos perdido, oh correligionarios
en esto de la marca de Caín; pero
tiene que ser la ley o la plegaria, con toda seguridad.
Debería mejor hablar de la niebla en tono undívago,
hacer un recuento leve de las cosas de nuestra vida interior
(por encima
y muy lejos de los hombres que engullen
embutidos demasiado grasosos
y que son tan torpes para el asesinato
o para el primer acto en la noche amorosa).

¡Ah mínima, intrusa ciudad que cuelga de mi ventana
como un ahorcado!
Daría cualquier cosa por media hora
en el peor bar de Chelsea (preferiblemente en 1952):
la ginebra hace oler a cielo los meaderos,
las viejas putas cloquean como duquesas indignadas
y tú puedes alzar el dedo y hablar toda la mañana de la caballerosidad!

Ahora veo además que la mañana invade el mundo, yo
he pronunciado su miserable nombre
lo poco que queda de las antiguas tinieblas es mi tesoro.
¿Por qué no habría de tener también la paz
para poder amurallar mi comarca?

Porque no es tanta mi parte en lo peor del negocio.

Tal vez en esta guerra yo sobreviva refugiándome
y aun los vencedores
paguen por mi consejo:
se han dado casos en la Historia Natural,
entre los coleópteros por ejemplo:
basta una circunstancia temida por todos
—cuando hasta los vicios son tan sólo esguinces
de la desesperación abrumadora—:
el resplandor cambia fácil de frente
y tu divagación es música apacible,
esperanza para comenzar de nuevo a danzar.

¡Puah! Espero beber menos mañana.



PREPARAR LA PRÓXIMA HORA
[de “Poemas de la última cárcel”]

No querría pensar en el destino. Por alguna razón
lo asocio a olvidados tapices de vergüenza y majestad
donde un rostro impasible (como el de Selassie )
luchase por imponerme una marca eterna. Sólo el aire
absurdo de frío en este mi país-sartén aplaude
hasta llegar al corazón en esta hora. Oh asalto,
oh palabras que ya no pronunciaré igualmente,
sitio de comisiones para los abuelos que regresan.

Esta mañana el vigilante trajo tan sólo sobras
para mí —no ha sufrido, el pobre—
que con la niebla han dado nombre al día.

Son trozos muertos de sal de algún marisco muerto,
tortillas de maíz atacadas con esa vieja furia
sin más lugares tibios que vejar,
restos de un arroz bronco como de tres abanderados soberbios
ocupados en perdonar vidas de corderos y crudas lógicas.

La pared está llena de fechas que cargo zozobrante,
piezas de la fatiga final, desnuda, que gritan y que son peores testigos de algo que ni mis lágrimas borrarían
(el miedo?).

He orado (soy Fausto), me he dado besos en las manos,
me he dicho ancianamente
haciendo rebotar el aliento en un rincón helado de la celda
“pobrecito olvidado, pobrecito,
con la mayor parte de la muerte a tu cargo,
mientras en algún lugar del mundo alguien desnuda bellas armas
o canta himnos de rebelión que sus mujeres prefieren a las joyas
tú escuchas marimbas de miel
después de ser escupido por un déspota de provincia,
sientes el rumor de tus uñas
creciendo contra la piel del zapato,
hueles mal (esto lo ampliaré en otra parte),
tratas de hallar una señal que diga ‘vivirás’
aun en una mariposa o un hato de tempestades...”

Aleluya estricta, bien gritada ante las estrellas imposibles,
qué bella viene de pronto la cólera
filo inmenso, cuánto vales a mi alma,
homenaje a los sacrificados sin bellos puntos finales,
cólera, cólera, oh madre preciosa, justa raíz de sed,
has llegado...

En el patio lejano la luz del sol
será como una gata blanca. ¿Estoy acaso listo
para dejarme ver la cara en la próxima hora del agua?
Sí. Pediré un cigarrillo.

13 de septiembre



SUEÑO NÚM. 11.880

Caen señoritas en paracaídas y todas, gracias al cielo del que vienen, se parecen a ti. No traen armas, pero la forma de los pelitos de su vientre nos aterroriza de delicia desde la altura que empe- queñece veloz. Todas hacen mohines simultáneos, anticipando que su belleza es, como siempre, cruel. Todas se llaman como tú. De sus hombros sin alas penden como cabezas de cadáveres las másca­ras antimariposas y de las vainas de sus espadas olvidadas surgen góticos lirios que echan chorritos de niebla estrictamente lila. No tienen la cabellera que te baña los pies, tu negro nido de oropéndola donde quise vivir por los siglos de los siglos, despertándome a diario frente a un preciosamente inserto desayuno de pergaminos cocidos y toron­jas, pero se defienden con la loca brillantez de sus cascos decorados con brochazos de aceite in­dustrial y minio en polvo. Sin el menor esfuerzo, mueven convulsivamente las caderas para hacer de su caída un real desaire y, así, parecerían la más majestuosa plomada de plumas entrando en los arroyos del Paraíso Terrenal, si no fuera por­que cada diez metros muestran esos horribles car­teles en que anuncian pastelillos rellenos de leche de mujer. Tampoco tienen nada que ver con las medusas marinas ni con su posible esqueleto de suspiros helados. Tienen de ti ese porte que delata el olor bestial del amor después de un año de abandono o de burla, ese halo infernal de las ena­moradas desahuciadas por Dios, esa súplica que nos ordena desnudarnos y sumirnos en pensamien­tos y reminiscencias que tienen que ver con las misas mayores de la Semana Santa, los imprope­rios de la multitud ante los errores crasos de los más inmensos héroes deportivos, los nudos de ser­pientes gordas que llenan las cuevas de la selva de Honduras, o el combate de dos tanques pesados, librado en el interior del Museo del Hombre. ¡Oh pasión por ellas: deberá llover tanto y tan frío aún sobre ti para que pueda al menos soportarte, manipularte, usarte! Todas caen, al mismo tiem­po, sobre el prado. Las flores que pisan y machu­can vuelven a erguirse de inmediato.


BUSCÁNDOME LIOS

La noche de mi primera reunión de célula llovía
mi manera de chorrear fue muy aplaudida por cuatro
o cinco personajes del dominio de Goya
todo el mundo ahí parecía levemente aburrido
tal vez de la persecución y hasta de la tortura diariamente soñada.

Fundadores de confederaciones y de huelgas mostraban
cierta ronquera y me dijeron que debía
escoger un seudónimo
que me iba a tocar pagar cinco pesos al mes
que quedábamos en que todos los miércoles
y que cómo iban mis estudios
y que por hoy íbamos a leer un folleto de Lenin
y que no era necesario decir a cada momento camarada.

Cuando salimos no llovía más
mi madre me riñó por llegar tarde a casa.



SOBRE DOLORES DE CABEZA

Es bello ser comunista,
aunque cause muchos dolores de cabeza.

Y es que el dolor de cabeza de los comunistas
se supone histórico, es decir
que no cede ante las tabletas analgésicas
sino sólo ante la realización del Paraíso en la tierra.
Así es la cosa.

Bajo el capitalismo nos duele la cabeza
y nos arrancan la cabeza.
En la lucha por la Revolución la cabeza es una bomba de retardo.
En la construcción socialista planificamos el dolor de cabeza
lo cual no lo hace escasear, sino todo lo contrario.

El comunismo será, entre otras cosas,
Una aspirina del tamaño del sol.



LA CABEZA CONTRA EL MURO
CONCLUSIÓN FILOSÓFICO-MORAL

La materia es dura,
la materia es indestructible:
por lo tanto
la materia es incomprensiva,
la materia
es cruel.



DESPUÉS DE LA BOMBA ATÓMICA

Polvo serán, mas, ¿polvo enamorado?


REVISIONISMO

No siempre.

Porque,
por ejemplo,
en Macao,
el opio
es el opio del pueblo.



DECIRES

«El marxismo-leninismo es una piedra
para romperle la cabeza al imperialismo
y a la burguesía.»

«No. El marxismo-leninismo es la goma elástica
con que se arroja esa piedra.»

«No, no. El marxismo-leninismo es la idea
que mueve el brazo
que a su vez acciona la goma elástica
de la honda que arroja esa piedra.»

«El marxismo-leninismo es la espada
para cortar las manos del imperialismo.»

«Qué va! El marxismo-leninismo es la teoría
de hacerle la manicure al imperialismo
mientras se busca la oportunidad de amarrarle las manos.»

¿Qué voy a hacer si me he pasado la vida
leyendo el marxismo-leninismo
y al crecer olvidé
que tengo los bolsillos llenos de piedras
y una honda en el bolsillo de atrás
y que muy bien me podría conseguir una espada
y que no soportaría estar cinco minutos
en un Salón de Belleza?



EL GRAN DESPECHO

País mio no existes
Sólo eres una mala silueta mía
una palabra que le creí al enemigo

Antes creía que solamente eras muy chico
y que no alcanzabas a tener de una vez
Norte y Sur
pero ahora sé que no existes
y que además parece que nadie te necesita
no se oye hablar a ninguna madre de tí

Ello me alegra
porque prueba que me inventé un país
aunque me deba entonces a los manicomios

Soy pues un diosecillo a tu costa

(Quiero decir: por expatriado yo
tú eres ex-patria)



EL ALMA NACIONAL

Patria dispersa: caes
como una pastillita de veneno en mis horas.

¿Quién eres tú, poblada de amos,
como la perra que se rasca junto a los mismos árboles
que mea? ¿Quién soportó tus símbolos,
tus gestos de doncella con olor a caoba,
sabiéndote arrasada por la baba del crápula?
¿A quién no tiernes harto con tu diminutez?
¿A quién aún convences de tributo y vigilia?
¿Cómo te llamas, si, despedazada,
eres todo el zar agónico en los charcos?

¿Quién eres,
sino este mico armado y numerado,
pastor de llaves y odio, que me alumbra la cara?

Ya me bastas, mi bella
madre durmiente que haces heder la noche de las cárceles:
ahora me corroen los deberes del acecho
que hacen del hijo bueno un desertor,
del pavito coqueto un pobre desvelado,
del pan de Dios un asaltante hambriento.



PRIMAVERA EN JEVANI

         Colores andróginos, una verdadera Patagonia de colores, acechantes, anfitriones de la duda, impermeables a la mayor voracidad, organizadamente salvajes, manducables como una neo-sinfonía japonesa escuchada junto al sol que te ha despertado de la más larga noche de amor.
         Los pajarillos no temen de Oswaldo Barreto ni de mí, posiblemente nos confunden con dos obreros de la fábrica de embutidos de Praga. Por el contrario, silban sobre nuestras cabezas valses para banda municipal y nos hacen avergonzarnos (vergonzosa vergüenza) de los gritos de nuestras urracas y de nuestros querques, de la chachala­quería de las bandadas de pericos, de la pescozada sonora del azacuán herido en tiempos de frío.
         “A las seis de la mañana no va bien la cerveza” —nos dice Ingra al traer los tarros humosos. Es pues, éste, un peligroso lugar. Como para decir, a la hora del crepúsculo (aunque es demasiado temprano para pensar en él, aún estimando todas las cautelas): “La vida, en general, ha sido bella”. Precisamente ayer, después de discutir so­bre la excesiva carga sexual de la literatura mo­derna, visitamos una granja de cerdos. Veterinarios con gabachas blancas examinaban a los gigan- tescos animales rosados con estestocopios respe­tables, a la vez que conmovedores, mientras de­mandaban de nosotros que no hablásemos en voz alta. Antes de entrar nos habían cubierto el rostro con bozales de gasa para evitar que nues­tros microbios personales quedasen en la pulcra barraca. Se nos informó que el lugar estaba ale­jado incluso de las carreteras y las vías del ferro­carril, pues todo ruido extraño asusta infinitamente a los cerdos, los hace perder peso y puede matar­los del corazón. Nunca vi cerdos con más aspecto de hijos de puta que éstos. Son jamones vivien­tes, con horribles venitas azules por todos lados, insolentes, idénticos a Monseñor Francisco Castro Ramírez, un exageradamente soberbio obispo del Oriente de mi país. Oswaldo Barreto, de pronto y sin advertírmelo, emitió el más agudo alarido que recuerdo haber oído en los últimos cinco años. El desconcierto cundió —como diría un novelista hondureño—, sobre todo porque los cerdos comenzaron a mostrar síntomas de angustia que pronto se transformaron en una especie de ataque de asma colectivo. Los veterinarios corrían espanta­dos de aquí para allá y nuestro guía, absoluta­mente furioso y temblón, le dijo a Oswaldo: “La regla aquí es el silencio”. “Yo suelo gritar —con­testó éste—, soy venezolano.” “Al país que fueres, haz lo que vieres” —citó, popular, pero no menos tensamente, el guía. “Cuando ustedes llegan a Venezuela no los obligamos a gritar” —sentenció Barreto imperturbable, antes de que yo lo sacara, casi a empujones, del lugar. Casi vomité de la risa. Como cuando vi aquel rótulo en una calle de Santiago de Chile: “Zorobabel, Galeno, Sastre”. Aunque ahora no recuerdo ya, no compren­do, lo que el letrero tenía de gracioso. Oswaldo pagó, no obstante, su delito: anoche soñó que lo habían vuelto hacia atrás en sus estudios y se en­contraba en Cuarto Año de Secundaria, iniciando un examen final de trigonometría, sin saber ni siquiera pronunciar la palabra cateto. Despertó su­dando en plena madrugada y me ha despertado también para pasear un poco y buscar cerveza.
         Ha sido entonces que decidí hablar sobre la pri­mavera.
         Época del año en que florecen hasta los futbo­listas, como todo el mundo sabe.
         Y que en Checoslovaquia se transforma en una orden edilicia para bañarse entre las truchas o buscar hongos y muchachas desnudas bajo el sol que los pinos del bosque dejan bajar al suelo.
         Mañana volveremos a Praga con la cara que­mada por ese sol.
         Oswaldo Barreto y yo deberemos salir de estos lugares lo más pronto posible, so pena de poner­nos a tener hijos rubios con Zdenas y Janas, y engordar a fuerza de grandes filetes y algodo­nosos melocotones y fresas con crema, hasta ol­vidar que alguien está muriendo mal en nuestra vieja casa y ha preguntado por nosotros con pe­rentoriedad.
         ¡Viva, esta primavera, sin embargo!



LO MODERNO
(MALÁ STRANÁ)

En la Taberna de los Verdugos
el Embajador de Holanda
bebe Sangre de Toro
con el Embajador de Suiza.

Suerte loca la de los dromedarios.

El sentimiento nacional
languidece en la obra de las poetisas argentinas.

El fln es una hechura nuestra, pues.

¡Oh momento mágico, oh poesía de hoy:
contigo es posible decirlo todo!



TABERNA
(CONVERSATORIO)

[fragmento]


¡QUITA ESA MANO DE ENCIMA!

AS DE OROS: PUEDES QUEMAR TODAS LAS OTRAS CARTAS.

¿Me quieres obligar a decir que la literatura no sirve para nada?

IDIOTA: ¿ES ACASO UNA LEYENDA ESO DE QUE LAS BIBLIAS PORRADAS DE ACERO DETIENEN LAS BALAS 45?
¿Qué horas son? La noche tiene hoy un color descorazonador:
En el fondo somos gente muy conservadora
hablamos de la revolución y nos enorgullece de inmediato
considerar que moriremos con toda seguridad.
La prudencia no te hará inmortal, camarada,
y se sabe que el suicidio sana al suicida...
Oh, Dios mío, Dios mío:
¿por qué no tomas por tu cuenta la Revolución Mundial?
Excepto los obispos polacos, todo el mundo
te lo vería muy bien.

VOY A HACER ALGO QUE NADIE PUEDE HACER POR Mí: MEAR.


CUALQUIERA PUEDE IIACER DE LAS LIBROS DEL JOVEN MARX
UN LIVIANO PURÉ DE BERENJENAS,
LO DIFÍCIL ES CONSERVARLOS COMO SON,
ES DECIR,
COMO ALARMANTES HORMIGUEROS.

EL SUEÑO
NO DEBERLA HACERME OLVIDAR MIS SUEÑOS

CAMINAR ALEGRÍSIMO EN LA CUERDA FLOJA DEL ECUADOR,
VOLVER A CASA DISFRAZADO DE COMERCIANTE GRIEGO.


CLARO, TAMBIÉN EL TABACO ES UN GRAN ENEMIGO
Y LAS TABLETAS ESAS QUE PONEN A GOZAR A LAS PREÑADAS:
LA EDICIÓN CUBANA DE PROUST, ESA VIOLETITA MUSTIA,
NO APORTA NADA A LA CUESTIóN DEL CÁNCER PULMONAR
PERO TAMPOCO LOS PRESERVATIVOS HAN SERVIDO PARA NADA MEJOR
QUE PARA LOS COLLAGES DEL POP-ART.


No deberías ser fatuo:
cualquier pregunta clara te puede hacer caer:
dime los nombres de todos los estados del África, ese mercado negro.


PARIENTES EN EL ANÁLISIS SALVAJE,
¡OH CÓMO SOMOS INDERROTABLES:
SI NO FUERA POR EL AFÁN DE CONCRETAR DE TODO PRÓJIMO !


¿POR QUÉ NO HABLAMOS DE LOS POETAS CÓSMICOS,
DE LA ECUACIÓN QUE MARCO POLO REPRESENTA, DEL
ORDEN ALFABÉTIICO EN SHANGHAI?

Lo único que si puedo decirte es que
la única organización pura que
va quedando en cl mundo de los hombres
es la guerrilla.
Todo lo demás muestra manchas de pudrición.
La iglesia católica comenzó a heder
cuando las catacumbas se abrieron a los turistas
y a las más pobres putas
hace más de diez siglos:
si Cristo entrara hoy al Vaticano
pediría de inmediato una máscara contra gases.
La Revolución francesa siempre fue un queso Roquefort.
El movimiento comunista internacional ha venido sopesando
la gran mierda de Stalin.


¿QUÉ TE BUSCÁS? ¿UN SOPLAMOCOS?

No es que quiera decir que los jóvenes
seamos los ángeles del decoro:
hemos aprendido rápido
y también somos unos buenos hijos de puta,
la diferencia es que tenemos estos ratos de ocio.


HAY QUE TENER UN POCO DE MORAL,
NI QUIEN LO PONGA EN DUDA.
LA MORAL ES ALGO ESTUPENDO
CUANDO UNO NO TIENE GANAS DE NADA.


Saca tu clarín, muñeca,
anuncia al mundo tus propósitos purísimos
que, entre otras cosas, me arruinarán la noche soñada.


—No, yo dije que más o menos,
lo que he pensado ahorita me tomaría una hora por decir.
Arte es lo que nos produce placer:
cuando Otelo estrangula a Desdémona
nos da placer, se da placer y da placer a Desdémona.
Además los actores ganan un espléndido sueldo
y es fama que Shakespeare no sufrió mientras escribía la escena.

No, no: el arte es un lenguaje
(el realismo socialista quiso ser su esperanto:
cosas del mundo de Madame Trépat, Berthe Trépat).
Lo clásico es una dictadura imbécil:
tantos siglos para desembocar en el violín de Ingres
(la técnica, que nos lea regalado la adorable bomba atómica,
no se quedó enredada con la escopeta de Ambrosio, que aprenda el arte).
Lucy: eres ele una frialdad a prueba de bombas.


Los comunistas deberíamos conocer de finanzas
hacer proselitismo entre los millonarios
haría por lo menos que cada célula de barrio tuviera
piano, litografías de Dresden, aspiradora eléctrica.

LLEGARON LAS LANGOSTAS DE LA HABANA, TODO UN BARCO.

Y ya que hablamos de eso, pregunto:
los días
de la totalidad, los siglos
del dulce hartazgo,
los milenios de la alegría obligatoria:
¿no son una suerte de obscena promesa
hecha por alguien que nos conoce el lado flaco?

TENER FE ES LA MEJOR AUDACIA
Y LA AUDACIA ES BELLÍSIMA


PERO ES QUE LA HUMANIDAD ES UN CONCEPTO PARA ONANISTAS.
PORQUE NO HAY HÉROES POSIBLES
CUANDO LA TEMPESTAD OCURRE
EN UN OSCURO MAR DE MIERDA.


LA INMORTALIDAD PUEDE SER BIEN PEQUEÑA
MEZQUINA PUEDE SER.


MONOS CIEGOS BUSCANDO CON LA BOCA
EL FLACO PECHO DE LA VIDA, SOMOS.
PEDIMOS LA LECHE DE LA CONCIENCIA
Y SÓLO NOS SEÑALAN SU PRECIO ALTÍSIMO,
INALCANZABLE COMO EL SINIESTRO AMOR
ENTRE HERMANOS.


NO EXAGERES.

NO EXAGERO. SIEMPRE HUBO LA POSIBILIDAD DE DECIR
ESTO ES MARAVILLOSO, ÓPTIMO, GENIAL,
PERO A MÍ NO ME GUSTA
(LO CUAL ES MARAVILLOSO, ÓPTIMO, GENIAL).


ESO ES VER LAS COSAS EN EL TIEMPO
EL PROBLEMA ES QUE PARA Mí SÓLO LA FURIA ES LA PAZ>

No quiero hacer el Ángel-Guardián-de-sobacos-­sabios,
pero pasa que tienes el complejo más antiguo:
el del Glorioso
Trabajador de la Gran Pirámide.
Has puesto tu granito de arena
y quieres que te regalen la cerveza el resto de la vida,
exigiendo además una debida ceremonia.

EN ESTE INSTANTE ALGUIEN ESTÁ MURIENDO POR TU CASA.

Vale más una ronda de cerveza
en esta época del caos de oro,
una temblante voz nostálgica
clamando por la misa del bar.

Lucy: tendríamos un gran porvenir:
mis emociones contigo están se-di-men-ta-das.


PERCIBIR LO QUE ESTÁ EN EL AIRE ES EL PROBLEMA
EL GENIO ES CUESTIÓN DE FOSAS NASALES PARA OLFATEAR
EN LAS BOCACALLES DE LA HISTORIA.


ENGORDE Y NO JODA MÁS, DOCTOR.

EL POETA GINGSBERG SE ACOSTÓ CON CATORCE MUCHACHOS
UNA NOCHE EN PRAGA.
> Ése no es un poeta maricón,
ése es un tragaespadas de feria
—con lo que siempre me gustó “Aullido”.


FORASTEROS DEL MONO, DORÁIS
DE SACRILEGIO LAS MAROMAS DE LAS MONJAS.


Bueno: no te falta más que hablar del budismo Zen,
es la moda.


CORRECTO: EL BUDISMO ZEN ES UNA EXPERIENCIA MAGNÍFICA,
SIEMPRE Y CUANDO TE LLEVE PAULATINAMENTE AL TERRORISMO.


¡Oh, baja el dedo didáctico!

PERO ESO ES PEOR QUE EL ANARQUISMO,
HASTA AHORA CAIGO EN LA CUENTA,
DIGO, ESO QUE DIJISTE MACE UN RATO DE LA GUERRILLA.
¿GUERRILLA PARA QUÉ CLASE DE MUNDO?


AH, EXTRAVIADO:
ASÍ COMO LA BLASFEMIA ES LA RATIFICACIÓN DE DIOS,
EL ANARQUISMO ES LA RATIFICACIÓN
DE UN ORDEN QUE SE MUERE
DE RISA.
ESCOGER ENTRE LOS MUNDOS POSIBLES: IIE AHÍ EL CASTIGO DIVINO.

Tengo miedo de dormir solo
con ese libro de Trotski en la mesa de noche:
es terrible como una lámpara,
como un cubo de hielo
en el espíritu del anciano resfriado.


LA MARCA DE REBELDÍA RESTABLECE EN EL TRASERO:
LA PROBLEMÁTICA DE LA INOCENCIA.
¿ES QUE SOMOS ALGO MÁS QUE NIÑOS?


¿HABRÍA QUE REZAR? ¿NO CREES?
EL AMOR: CUESTIÓN DE LUBRICANTES.


PONER BOMBAS EN LA NOCHE DE LOS IMBÉCILES,
OCUPACIÓN DE OUT-SIDERS, SEGUROS DUEÑOS
DEL REINO DE LOS CIELOS.


Lucy, me has partido el corazón,
me has dejado para siempre la cara entre las manos.


¡Oh país en pañales!
¡Oh hijos del Hombre, uncidos a la noria,
sonrientes y sonrosados!
Apenas alcanza el dinero
para la última ronda de cerveza...

Oh, Dios mío, Dios mío,
¿no podrías ser Tú quien pasara la noche con ella?

U Fleku, Praga, 1966




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