Mario Benedetti
(Paso de los Toros, Departamento de Tacuarembó,
Uruguay, 14 de septiembre del 1920)


Poemas de otros
(1973-1974)

TRECE HOMBRES QUE MIRAN

Para que pueda ser he ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia.

               Octavio Paz




TRECE HOMBRES QUE MIRAN

Mire la calle.
¿Cómo puede usted ver
indiferente a ese gran río
de huesos, a ese gran río
de sueños, a ese gran río
de sangre, a esa gran río?

               Nicolás Guillén





HOMBRE QUE MIRA EL CIELO

Mientras pasa la estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
    sus molares caninos e incisivos
    y se muerdan juiciosamente el hígado
que los barrotes de las celdas
    se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
    y mis hermanos puedan hacer de nuevo
    el amor y la revolución
que cuando enfrentemos el implacable espejo
    no maldigamos ni nos maldigamos
que los justos avancen
    aunque estén imperfectos y heridos
que avancen porfiados como castores
    solidarios como abejas
    aguerridos como jaguares
    y empuñen todos sus noes
    para instalar la gran afirmación
que la muerte pierda su asquerosa puntualidad
que cuando el corazón se salga del pecho
    pueda encontrar el camino de regreso
que la muerte pierda su asquerosa
    y brutal puntualidad
    pero si llega puntual no nos agarre
    muertos de vergüenza
que el aire vuelva a ser respirable y de todos
y que vos muchachita sigas alegre y dolorida
    poniendo en tus ojos el alma
    y tu mano en mi mano

y nada más
porque el cielo ya está de nuevo torvo
    y sin estrellas
con helicóptero y sin dios.



HOMBRE QUE MIRA LA TIERRA

Cómo querría otra suerte para esta pobre reseca
que lleva todas las artes y los oficios
en cada uno de sus terrones
y ofrece su matriz reveladora
para las semillas que quizá nunca lleguen

cómo querría que un desborde caudal
viniera a redimirla
y la empapara con su sol en hervor
o sus lunas ondeadas
y las recorriera palmo a palmo
y la entendiera palma a palma

o que descendiera la lluvia inaugurándola
y le dejara cicatrices como zanjones
y un barro oscuro y dulce
con ojos como charcos

o que en su biografía
pobre madre reseca
irrumpiera de pronto el pueblo fértil
con azadones y argumentos
y arados y sudor y buenas nuevas
y las semillas de estreno recogieran
el legado de viejas raíces

como querrían que se escucharan
su verde gratitud y su orgasmo nutricio
y que el alambrado recogiera sus púas
ya que por fin sería nuestra y una

como querría esa suerte de tierra
y que vos muchachita
entre brotes o espigas
o aliento vegetal o abejas mensajeras
te extendieras allí
mirando por primera vez las nubes
y yo tapara lentamente el cielo.



HOMBRE QUE MIRA A TRAVÉS DE LA NIEBLA

Me cuesta como nunca
    nombrar los árboles y las ventanas
    y también el futuro y el dolor
el campanario está invisible y mudo
    pero si se expresara
    sus tañidos
    serían de un fantasma melancólico

la esquina pierde su ángulo filoso
nadie diría que la crueldad existe

la sangre mártir es apenas
    una pálida mancha de rencor

cómo cambian las cosas
    en la niebla

los voraces no son
    más que pobres seguros de sí mismos
los sádicos son colmos de ironía
los soberbios son proas
    de algún coraje ajeno
los humildes en cambio no se ven

pero yo sé quién es quién
    detrás de ese telón de incertidumbre
sé dónde está el abismo
    sé dónde no está dios
sé dónde está la muerte
    sé dónde no estás tú

la niebla no es olvido
    sino postergación anticipada

ojalá que la espera
    no desgaste mis sueños
ojalá que la niebla
    no llegue a mis pulmones
y que vos muchachita
    emerjas de ella
como un lindo recuerdo
    que se convierte en rostro

y yo sepa por fin
    que dejas para siempre
    la espesura de ese aire maldito
cuando tus ojos encuentren y celebren
    mi bienvenida que no tiene pausas.



HOMBRE QUE MIRA A UNA MUCHACHA

Para que nunca haya malentendidos
para que nada se interponga
voy a explicarte lo que mi amor convoca

tus ojos que se caen de desconcierto
y otras veces se alzan penetrantes y tibios
tienen tanta importancia que yo mismo me asombro

tus lindas manos mágicas
que te expresan a veces mejor que las palabras
tan importantes son que no oso tocarlas

y si un día las toco es solamente
para retransmitirte ciertas claves

tu cuerpo pendular
que duda en recibirse o entregarse
y es tan joven que enseña a pesar tuyo
es un dato del cual me faltan datos
y sin embargo ayudo a conocerlo

tus labios puestos en el entusiasmo
que dibuja palabras y promete promesas
son en tu imagen para mí los héroes
y son también el ángel enemigo

en mi amor estás toda o casi toda
me faltan cifras pero las calculo
faltan indicios pero los descubro

sin embargo en mi amor hay otras cosas
por ejemplo los sueños con que muevo la tierra
la pobre lucha que libré y libramos
los buenos odios esos que ennoblecen
el diálogo constante con mi gente
la pregunta punzante que me hicieron
las respuestas veraces que no di

en mi amor hay también corajes varios
y un miedo que a menudo los resume
hay hombres como yo que miran tras las rejas
a una muchacha que podrías ser vos

en mi amor hay faena y hay descanso
sencillas recompensas y complejos castigos
hay dos o tres mujeres que forman tu prehistoria
y hay muchos años demasiados años
de inventar alegrías y creerlas
después a pie juntillas

querría que en mi amor vieras todo eso
y que vos muchachita
con paciencia y cautela
sin herirme ni herirte
rescataras de allí la luna el río
los emblemas rituales
los proyectos de besos o de adioses
el corazón que aguarda pese a todo.



HOMBRE QUE MIRA EL TECHO

Siempre hay una jornada fuera de serie
en que uno logra sentirse sereno
pero está lejos de ser una canonjía
ya que la serenidad no es el mejor
de los estados posibles e imposibles

hoy por ejemplo tomo distancia
con respecto a las cosas y a mi mismo
y no por eso echo al olvido
qué joda era qué bueno era
estar adentro del entrevero

después de todo la famosa
serenidad es una isla
autorizada comonó
y legal
aunque rodeada inexorablemente
por emociones clandestinas

todavía me siento un poco incómodo
en mis primicias de sereno
como quien entra en un traje nuevo
que tiene bajas las hombreras

pero el cuerpo y el alma son
animalitos de costumbres
mañana la incomodida
será menor y en pocos días
me habré habituado a estar sereno

eso me llena a veces de alegría
es claro que se trata de una alegría serena
y en consecuencia uno no sale a dar abrazos
ni pega gritos ni le canta al cielo
a lo sumo archiva caricias y otros prólogos
por estricto orden cronológico

también llega a invadirme el desconsuelo
pero se trata de un sereno desconsuelo
y por lo tanto nadie solloza
ni dice mierda
ni putea

sencillamente como un modesto mago
de rojo circo de domingo
o de feria
tomo los naipes del amor
los bajajo con parsimonia
y en las narices del viejo público
que es como hacerlo en mis narices
mágicamente los transformo
en nuevos naipes de amistad

lo único extraño viene a la noche
pues se presume que un sereno
ha de dormir serenamente
pero yo paso horas y horas
mirando el techo

o sea que
no sé hasta cuando estaré sereno
porque la calma ya no da abasto

hay que confiar y yo confio
que no hay mal que dure
cien años.



HOMBRE QUE MIRA SIN SUS ANTEOJOS

En este instante el mundo es apenas
un vitral confuso
los colores se invaden unos a otros
y las fronteras entre cosa y cosa
        entre tierra y cielo
        entre árbol y pájaro
están deshilachadas e indecisas

el futuro es así un caleidoscopio de dudas
y al menor movimiento el lindo pronóstico
        se vuelve mal agüero
los verdugos se agrandan hasta parecer
        invencibles y sólidos
y para mí que no soy lázaro
        la derrota oprime como un sudario

las buenas mujeres de esta vida
        se yuxtaponen se solapan se entremezclan
la que apostó su corazón a quererme
        con una fidelidad abrumadora
la que me marcó a fuego
        en la cavernamparo de su sexo
la que fue cómplice de mi silencio
        y comprendía como los ángeles
la que imprevistamente me dio una mano
        en la sombra y después la otra mano
la que me rindió con un solo argumento de sus ojos
        pero se replegó sincera en la amistad
la que descubrió en mí lo mejor de mí mismo
        y linda y tierna y buena amó mi amor

los paisajes y las esquinas
los horizontes y las catedrales
        que fui coleccionando
        a través de los años y los engaños
se confunden en una guía de turismo presuntuoso
de fábula a narrar a los amigos
y en ese delirio de vanidades y nostalgias
es dificil saber qué es monasterio y qué blasfemia
        qué es van gogh y qué arenques ahumados
        qué es mosaico y qué agua sucia veneciana
        qué es aconcagua y qué es callampa

también los prójimos se arraciman
        crápulas y benditos
        santos e indiferentes y traidores
e inscriben en mi infancia personal
tantas frustraciones y rencores
que no puedo distinguir claramente
        la luna del río
        ni la paja del grano

pero llega el momento en que uno recupera
        al fin sus anteojos
y de inmediato el mundo adquiere
        una tolerable nitidez

el futuro luce entonces arduo
        pero también radiante

los verdugos se empequeñecen hasta
        recuperar su condición de cucarachas
de todas las mujeres una de ellas
        da un paso al frente
        y se desprende de las otras
        que sin embargo no se esfuman
de las ciudades viajadas surgen
        con fervor y claridad
        cuatro o cinco rostros decisivos
        que casi nunca son grandilocuentes

cierta niña jugando con su perro
        en una calle desierta de ginebra
un sabio negro de alabama que explicaba
        por qué su piel era absolutamente blanca
ella fitzgerald cantando
        ante una platea casi vacía
        en un teatro malamuerte de florencia

y el guajiro de oriente
        que dijo tener un portocarrero
        y era una lata de galletitas
        diseñada por el pintor

del racimo de prójimos puedo extraer
        sin dificultades
una larga noche paterna una postrera charla
        síntesis de vida
        con la muerte rondando en el pasillo
el veterano que trasmitía
        sin egoísmo y sin fruición
        algunas de sus claves de sensible

el compañero que pensó largamente en la celda
        y sufrió largamente en el cepo
        y no delató a nadie
el hombre político que en un acto
        de incalculable amor
        dijo a un millón de pueblo la culpa es mía
        y el pueblo empezó a susurrar fidel fidel
        y el susurro se convirtió en ola clamorosa
        que lo abrazó y lo sigue abrazando todavía
la gente        la pura gente
       la cojonuda gente a la orientala
        que en la avenida gritó        tiranos temblad
        hasta que llegó al mismísimo
        temblor del tirano
y la muchacha y el muchacho desconocidos
        que se desprendieron un poco de sí mismos
        para tender sus manos y decirme
        adelante y valor

decididamente
no voy a perder más mis anteojos

por un imperdonable desenfoque
puede uno cometer gravísimos errores.



HOMBRE QUE MIRA MÁS ALLÁ DE SUS NARICES

Hoy me despierto tosco y solitario
no tengo a nadie para dar mi quejas
nadie a quien echar mis culpas de quietud

sé que hoy me van a cerrar todas las puertas,
que no llegará cierta carta que espero,
que habrá malas noticias en los diarios,
que la que quiero no pensará en mí
y lo que es muchísimo peor
pensarán en mí los coroneles
que el mundo será un oscuro
       paquete de angustias
que mucho otros        aquí o en cualquier parte
       se sentirán también toscos y solos
que el cielo se derrumbará
       como un techo podrido
y hasta mi sombra
       se burlará de mis confianzas

menos mal
que me conozco

menos mal que mañana
o a más tardar pasado
sé que despertaré alegre y solidario,
con mi culpita bien lavada y planchada,
y no sólo se me abrirán las puertas
       sino también las ventanas y las vidas,
y la carta que espero llegará
       y la leeré seis o siete veces
y las malas noticias de los diarios
       no alcanzarán a cubrir las buenas nuevas
y la que quiero
       pensará en mi hasta conmoverse
y lo que es muchísimo mejor
       los coroneles me echarán al olvido
y no sólo yo        muchos otros también
       se sentirán solidarios y alegres
y a nadie le importará
       que el cielo se derrumbe
       y más de uno dirá que ya era hora
y mi sombra empezará a mirarme con respeto

será buena
tan buena la jornada
que desde ya
mi soledad se espanta.



HOMBRE QUE MIRA UN ROSTRO EN UN ÁLBUM

Hacía mucho que no encontraba a esta mujer
de la que conozco detalladamente el cuerpo
y creía conocer aproximadamente el alma

pasado no es presente
eso está claro
pero de cualquier manera hay conmemoraciones
que es bueno revivir

donde hubo fuego
caricias quedan

de pronto ella emerge del susurro evocante
y en voz alta sostiene
que los obreros entienden muy poco
que el pueblo en el fondo es más bien cobarde
que los jóvenes no van a cambiar el mundo
que la violencia bah
que la violencia ufa
que el confort lo alcanza quien lo busca

sólo entonces lo advierto
no me importa que hable en voz alta
mejor dicho no quiero que regrese al susurro

es apenas un rostro en un álbum
y ahora es fácil
                         dar vuelta la hoja.



HOMBRE QUE MIRA LA LUNA

Es decir la miraba        porque ella
se ocultó tras el biombo de nubes
y todo porque muchos amantes de este mundo
le dieron sutilmente el olivo

con su brillo reticente la luna
durante siglos consiguió transformar
el vientre amor en garufa cursilínea
la injusticia terrestre en dolor lapizlázuli

cuando los amantes ricos la miraban
desde sus tedios y sus pabellone satelizaba de lo lindo y oía
que la luna era un fenómeno cultural

pero sí los amantes pobres la contemplaban
desde su ansiedad o desde sus hambrunas
entonces la menguante entornaba los ojos
porque tanta miseria no era para ella

hasta que una noche casualmente de luna
con murciélagos suaves        con fantasmas y todo
esos amantes pobres se miraron y a dúo
dijeron        no va más        al carajo selene
se fueron a su cama de sábanas gastadas
con acre olor a sexo deslunado
su camanido de crujiente vaivén

y libres para siempre de la luna lunática
fornicaron al fin como dios manda
o mejor dicho como dios sugiere.



HOMBRE QUE MIRA AL TIRA QUE LO SIGUE

Well, old spy
Looks like I
Led you down some pretty
    blindalleys.

               Ray Durem

Señor molusco        caballero lapa
ya sabés en qué malos paso ando
conocés mis esquinas y mis fobias
mis bares mis amores mi bufanda

conocés las puteadas que rezo despacito
cuando pasan los verdes apuntando
conocés cómo escupo al cielo ajeno
cuando me hace sombra el helicóptero

conocés bien a que mujer miro
y vos también mirás        degenerado
es el único acuerdo entre nosotros
y dura lo que un lirio        o una ráfaga

conocés qué porfiada dulzura me atraganta
cuando caen los mejores        los más tiernos
los que podrían levantar de a poco
la feroz inocencia que nos salve

conocés que conozco que hay algunos
que cayeron por vos hijo de puta
quiero decir molusco        pobre lapa
ya ves que andás en pasos mucho peores

conocés a qué juego y a qué apuesto
sabés que apuesto a que desaparezcas
no al fulano que sos sino el mohoso
herrumbrado tornillo de cadalso

me seguís por mis calles por mis tangos
por mis lluvias y mis noches de arena
vigilas mis gaviotas y mi cédula
mi casilla postal y mi resfrío

conocés mis abrazos y mis postres
mi bigote mi vino mi teléfono
mis libretita con las direcciones
mi mujer mi paraguas mis bolsillos

es decir me sabés todo de afuera
todo de superficie        de exteriores
delatarás mi sombra y mi pellejo
y eso no alcanza para hacer la ficha

donde no podés ver        donde no llegan
tus antenas        en la aurícula izquierda
tengo mi barretin inexpugnable
a prueba de derrotas y de olvido

allí el destino o no se quién carajo
armó el amor y almacenó los odios
pero es ahí donde perdés la pista
es ahí donde vamos a joderte

señor molusco        caballero lapa.



HOMBRE PRESO QUE MIRA A SU HIJO

al «viejo» hache

Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quién se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas
que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos

realmente botija no sabian un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan sólo una palabra aguda
que muerte era tan sólo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula

olvidaban poner el acento en el hombre

la culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros
y éstos sí
cómo nos ensartaron
con la limpia república verbal
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros

y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles

uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
                                        de menos

por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos

vos sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio

y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías

y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre

botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides

por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones

todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre

pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteó como un loco
que es una linda forma de callar

que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos

y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
qué parada
qué casa

y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar
una cosa es morirse de dolor
y otra cosas morirse de verguenza

por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder

uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere

llorá nomás botija
                                son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos

gritamos berreamos moqueamos chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse

llorá
        pero no olvides.



HOMBRE QUE MIRA SU PAÍS DESDE EL EXILIO

a fleur

País verde y herido
     comarquita de veras
          patria pobre

país ronco y vacío
     tumba muchacha
          sangre sobre sangre

país lejos y cerca
     ocasión del verdugo
          los mejores al cepo

país violín en bolsa
     o silencio hospital
          o pobre artigas

país estremecido
     puño y letra
          calabozo y praderas

país ya te armarás
     pedazo por pedazo
          pueblo mi pueblo

país que no te tengo
     vida y muerte
          cómo te necesito

país verde y herido
     comarquita de veras
          patria pobre.



HOMBRE QUE MIRA A OTRO HOMBRE QUE MIRA

Vos también estás asombrado
no querés admitir la salvación por el infierno
o acaso no podés creer que haya
cualesquiera hijos de vecino
que metan la vida prójima en el cepo

que un tipo pueda respirar
y buscar el amor
y faenar el tiempo
y besar a sus hijos
y decir oraciones
y hasta cantar bajito
después de haberse traicionado
corrompido
                    enmerdado
metiendo la vida prójima en el cepo

vos
como yo
estás asombrado

en realidad no hay fogata para ese humo
ni siquiera hay sed para ese cántaro
tal vez no haya pájaros para ese viento
para ese inmune no haya después

las venganzas yacen calmas y feroces
la paciencia se arruga de tanta espera
vos te preguntás donde está la cosecha
y sin embargo tu estupor intacto
demuestra por lo pronto que algo cosechaste

vos mirás como inmóvil y te miro mirar
somos dos conjeturas incómodas fraternas
no entendemos un pito de esta infame justicia
de esa fábrica de odios que propone el olvido

a lo mejor te vino la infancia en un destello
sentiste la sesera         esa insensible
pensaste el corazón         ese impensable
pero ni así te acostumbraste a esa saña piadosa
a esa masacre tan emputecida
así que no aflojaste ni un suspiro
y te seguiste asombrando te seguiste

yo te miro mirar como inmóvil
pero claro la cosa no se arregla
con miradas
                     ojeadas
                                  o vistazos

qué tal si nos arremangamos vos y yo.





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