Ernesto
Cardenal
(Nicaragua, 1925— )
La
poeticidad del poema extenso:
Cántico cósmico
Por Iván Carrasco
Universidad Austral de Chile
1.
Introducción.
La hipótesis orientadora del presente
trabajo es que Cántico Cósmico de Ernesto Cardenal logra inducir
una lectura poética mediante su condición de macrotexto poético, que
supone la transgresión o transformación de las funciones habituales de
los discursos que lo conforman, fenómeno que depende más de factores
propios de la institución literaria y la competencia del lector, que de
procedimientos lingüísticos o formales inmanentes.
Según Segr, el macrotexto es un
conjunto de textos con total o parcial autonomía, que se reagrupan en un
texto más amplio. Para ello, los autores tratan de hacer más homogéneos
los textos en función de la totalidad, eliminando particularidades que
puedan provocar desequilibrios o disonancias en el conjunto u operando una
unificación o armonización formal, o bien, se potencian las fuerzas de
cohesión, ya sea por medio del uso de rúbricas y otros sistemas
clasificatorios que insistan en la unidad conferida, de la valoración de
los textos iniciales y finales, o mediante una disposición que responda a
una calculada parábola.
En suma, se considera la coordinación
entre los textos reunidos, el establecimiento de relaciones con el
conjunto y entre determinados textos dentro del orden de sucesión
realizado. La coherencia del texto global es considerada dentro de una
progresión donde la fase posterior asimila a la anterior. En otras
palabras, cada texto mantiene en general autonomía y cohesión internas,
pero queda después comprendido en una autonomía y en una cohesión más
amplias, la del macrotexto (1985:47-9).
2. Cántico Cósmico: un collage poético.
Ernesto Cardenal (Managua 1925)
es uno de los poetas hispanoamericanos que ha usado en forma más
frecuente y definida la conformación de macrotexto o poema extenso para
realizar su proyecto de una poesía exteriorista, es decir, una poesía de
gran amplitud temática, que incluya todas las cosas, eventos y lenguajes
de la vida cotidiana, que participe de la lucha liberadora de los pueblos
y sea comprensible para toda clase de lectores.
La poesía exteriorista es una
escritura abierta a todos los temas y hablas posibles, "Todos los
tiempos y todas las épocas con sus códices y estelas tan de ayer y tan
de hoy: historia, economía, datos, geografía, política, estadística,
mística, sabiduría. Todo se unifica en la poesía y en el lenguaje del
autor de una obra rescatadora de siglos y modernidades", apunta Jaime
Quezada (1994:20). Por su parte, el propio Cardenal ha dicho que: "El
exteriorismo no es un ismo ni una escuela literaria. Es una palabra creada
en Nicaragua para designar el tipo de poesía que nosotros preferimos. El
exteriorismo es la poesía creada con las imágenes del mundo exterior, el
mundo que vemos y palpamos, y que es, por lo general, el mundo específico
de la poesía. El exteriorismo es la poesía objetiva: narrativa y
anecdótica, hecha con los elementos de la vida real y con cosas
concretas, con nombres propios y detalles precisos y datos exactos y
cifras y hechos y dichos. En fin, es la poesía impura" (Quezada
1994:19-20).
Su libro Hora 0 de 1960 es un
relato de la guerra del héroe nacional de Nicaragua, Augusto César
Sandino, contra el ejército de Estados Unidos que había ocupado
militarmente su país, con la complicidad y el apoyo de su gobierno, es
decir, un poema extenso que desarrolla distintos aspectos de la
personalidad del héroe, de su asesinato a traición, de los singulares
rasgos de su resistencia. Epigramas, del mismo año, no es una simple
agrupación de textos diferentes, sino un conjunto muy bien articulado en
torno a un género común a todos los poemas, el epigrama; a una misma
temática, los sufrimientos causados al poeta y al pueblo por la dictadura
de Somoza y por la amada que no corresponde al amor del poeta; e incluso a
un modelo y un estilo común, los del poeta latino Catulo. Los Salmos
(1964) también conforman un macrotexto, que toma como base de coherencia
una transtextualidad específica, los Salmos bíblicos; la
temática de la opresión y la liberación; un ambiente compartido,
Latinoamérica de los 60; y un estilo también común, caracterizado por
la paráfrasis.
Del mismo modo, los demás libros de
Cardenal también son unidades poemáticas en que las distintas partes
están cohesionadas por temas y estrategias textuales globales, que
permiten un extenso desarrollo de descripciones de batallas, torturas,
actos heroicos, junto a momentos de contemplación mística, de la
naturaleza, las personas y hechos significativos de carácter religioso y
político.
Pero, no se trata de libros de poemas
que traten el mismo tema solamente, es decir, un agrupamiento de textos
provistos de una misma isotopía semántica, sino de libros elaborados
como tales, como el Homenaje a los indios americanos (1969) o Vuelos
de victoria (1984), que están unificados por una imagen positiva y
afectuosa de los indígenas de las Américas en el primer caso y por el
recuerdo de las atrocidades cometidas por los guardias de Somoza contra
los campesinos y el pueblo de algunos lugares específicos de Nicaragua y
el triunfo de la revolución sandinista. Pero no sólo por ellos: también
por una actitud narrativa, descriptiva y enumerativa del hablante, común
a todos los poemas particulares; un lenguaje conversacional propio de un
nicaragüense; la persistente explicación o ejemplificación de los
principios políticos del autor y/o del Frente Sandinista de Liberación
Nacional; una posición religiosa signada por la Teología de la
Liberación y una confianza en los poderes de la poesía y los poetas.
El Cántico Cósmico es el
macrotexto más impresionante de Cardenal, que destaca su actitud
integradora y su maestría para manejar una variedad enorme de fuentes
documentales, expuestas en forma de citas, intertextos, paráfrasis,
glosas, traducciones, al mismo tiempo que una amplia variedad de tipos de
discurso: científicos, literarios, religiosos, teológicos, coloquiales,
históricos, míticos, auntorreflexivos, intertextuales. El Cántico
Cósmico es, sin duda, la Divina Comedia del siglo XX, como
propone Coronel Urtecho (1989), pero sería limitado y reductor
considerarlo solamente un poema sobre la ciencia.
El Cántico Cósmico es un
macropoema sobre el cosmos, su origen, su desenvolvimiento y su
culminación, en otras palabras, una versión poética contemporánea del
Génesis, la evolución y el Apocalipsis, escrita desde una visión
científica mezclada con visiones poéticas, filosóficas, míticas y
religiosas. El Cántico Cósmicoes una visión holística,
totalizante, del universo íntegro, al modo de Teilhard de Chardin: una
evolución de la materia hacia el espíritu, de lo animal a lo humano y lo
divino, del punto Alfa hasta el punto Omega, fundamentada por todos los
avances de las ciencias de frontera (la física cuántica, la astronomía
contemporánea, la biología experimental, las teorías de la relatividad,
de la indeterminación, del caos, la teología de la liberación, etc.).
Cardenal repasa, sintetiza, coordina,
mezcla, superpone, elige, destaca, etc., los conocimientos más
significativos de la humanidad junto con sus propias experiencias
políticas, contemplativas, líricas, teológicas, para explicar la
naturaleza y el sentido del cosmos y de la vida.
Aunque el Cántico Cósmico
está dividido en cuarenta y tres cantigas, que ordenan en cierta forma el
material poético y le confieren autonomía a las distintas partes, esta
división formal está cruzada y reestructurada gracias a las estrategias
del montaje y del collage, por la superposición de textos de culturas,
etnias, disciplinas, tiempos, hablantes y discursos heterogéneos, aunque
vinculados por las temáticas cósmicas desarrolladas en amplísimas
imágenes panorámicas del Big-Bang, la evolución de las especies, o en
microscópicos cuadros del asesinato de un niño en Managua, la
descripción de un acto amoroso de seres animales o vegetales, o de
recuerdos particulares de la vida sacerdotal del autor empírico Ernesto
Cardenal.
La superposición de textos,
fragmentos y resúmenes provenientes de variadas culturas, disciplinas y
momentos históricos, transgrede, desarma y transforma las funciones y
sentidos habituales de estos discursos, posibilitando y proponiendo una
lectura poética del conjunto macrotextual.
El discurso científico, por ejemplo,
en Cántico Cósmico pierde su homogeneidad y su objetividad
mediante la incorporación y superposición de comparaciones, alusiones,
ritmos, hipérboles y la subjetividad del hablante básico, entre otros
recursos. Examinemos esta hipótesis de lectura en la Cantiga I, que lleva
por título "El Big Bang". Esta se inicia al parecer como una
explicación científica:
“En el principio no había nada
ni espacio
ni tiempo.
El universo entero concentrado
en el espacio del núcleo de un átomo,
y antes aun menos, mucho menor que un protón,
y aun menos todavía, un infinitamente denso punto matemático.
Y fue el Big Bang.
La Gran Explosión.
El universo sometido a relaciones de incertidumbre,
su radio de curvatura indeterminado,
su geometría imprecisa
con el principio de incertidumbre de la Mecánica Cuántica,
geometría esférica en su conjunto pero no en su detalle,
como cualquier patata o papa indecisamente redonda,
imprecisa y cambiando además constantemente de imprecisión
todo en una loca agitación,
era la era cuántica del universo,
período en el que nada era seguro:
aun las "constantes" de la naturaleza fluctuantes
indeterminadas,
esto es
verdaderas conjeturas del dominio de lo posible.
Protones, neutrones y electrones eran
completamente banales.
Estaba justificado decir que en el principio
la materia se encontraba completamente desintegrada.
Todo oscuro en el cosmos.
Buscando
(según el misterioso canto de la Polinesia)
ansiosamente buscando en las tinieblas,
buscando
allí en la costa que divide la noche del día/.../
La primera Cantiga del poema se puede
leer como un texto unitario por su tema, indicado en el titulo (el origen
del universo según una teoría dominante a fines del siglo XX, la de la
gran explosión de la energía), por su lenguaje predominante
(científico), y por el tipo de discurso manejado (exposición técnica).
No obstante, esta es sólo una
ilusión, ya que de comienzo a fin este aparente párrafo de un texto
cosmológico se encuentra modificado, alterado, intervenido, por un ritmo
característico, el del verso libre: cada línea es una unidad rítmica y
no de sentido, es decir, un verso. La disposición gráfica corrobora este
hecho, pues no sigue la línea continua y cortada a veces por el fin de la
página, lo que se señala con un guión, sino ocupa el espacio de la
página de manera discontinua, aparentemente dispersa, pero regulada por
un ritmo flexible y cercano al hablar cotidiano o a la poesía
conversacional.. Además, las tres primeras palabras constituyen una
alusión bíblica, es decir, evocan un intertexto bíblico de índole
mítica, el Génesis.
Junto a estos recursos, es fácil
darse cuenta de la presencia de una actitud hiperbólica del hablante,
evidente en la reiteración de la partícula "ni" en los versos
segundo y tercero, que acentúan el sentido de la palabra "nada"
del primero, en las mayúsculas de Big Bang y Gran Explosión, que
configuran una modalidad típica de la transcodificación, la traducción.
Luego, una comparación, "como cualquier patata...", una ironía
en "constantes" y una nueva alusión, ahora a un texto
artístico innominado de la Polinesia. La serie de figuras, y muy en
particular la ironía, la hipérbole y las alusiones, señalan la
existencia de un sujeto particular, de un poeta que interrumpe la
linealidad y la objetividad del discurso científico con discursos
poéticos y míticos ya a partir de los treinta y dos versos iniciales,
dejando a la luz la condición de collage lingüístico, cultural, étnico
y científico del Cántico Cósmico.
De allí en adelante, el poema en su
conjunto se percibirá cada vez con mayor claridad como la superposición
de una serie de fragmentos textuales expresos, aludidos, resumidos,
parafraseados o citados, de diferente naturaleza. En buenas cuentas, de un
collage interdisciplinario, intercultural e interétnico, que rompe,
mezcla y rearticula discursividades variadas: mecánica cuántica,
lirismo, crónica, confesión, mística, mito, filosofía, etc.
Considerando que el texto global es una serie de cuarenta y tres
capítulos y que a su vez éstos están subdivididos por la variedad de
discursos, resulta claro que el Cántico Cósmico es un macrotexto.
¿Cómo leerlo, entonces?... La
respuesta no está en el libro mismo, a pesar de que cada cierto tiempo
presenta espacios de autorreflexividad, sino en su relación con la
institución literaria: desde Pound y Eliot esta clase de textos extensos,
como los Cantos o La tierra baldía, son considerados
poéticos, es decir, que son capaces de suscitar en lectores
experimentados las mismas experiencias de goce fisiológico y psíquico
que los demás poemas y que los filósofos y críticos llaman vivencia
estética. En otras palabras, lectores que sepan que los tipos de texto
van cambiando a través del tiempo y adoptando elementos variados
provenientes de distintos ámbitos de experiencia, pero que pueden ser
usados para suscitar experiencias poéticas en comunicación con ellos.
Lectores que conozcan las modificaciones sufridas por los textos llamados
poemas, pero que puedan reconocerlos e interpretarlos como tales.
Bibliografía citada.
Cardenal, Ernesto: Cántico Cósmico. Managua, Editorial Nueva
Nicaragua, 1989, 581 pp. Contraportada "Anotaciones iniciales a
Cántico Cósmico", de José Coronel Urtecho. Hay otras ediciones.
Quezada, Jaime: "Ernesto Cardenal: La poesía nicaragüense y el
testimonio de una época", Prólogo a Antología de Ernesto
Cardenal. Santiago, Editorial Universitaria, 1994, pp. 13-22
Segre, Cesare: Principios de análisis del texto literario.
Barcelona, Crítica, 1985.
Literatura
.us
Mapa de la biblioteca | Aviso Legal | Quiénes Somos | Contactar