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José Emilio Pacheco LA LECHERA La lechera hacía proyectos mientras caminaba por la ciudad. De pronto ella, su jarra y sus ilusiones se volvieron añicos en la explosión nuclear. NADIE En el valle ocurre un hecho sobrenatural. Un labrador sale de su choza para atestiguar el prodigio. Dialoga unos minutos con el que hizo el milagro. Al volver, su esposa le pregunta: DIFERENTE Durante mucho tiempo recurrió a todos los medios para que la humanidad se enterara de su existencia. Agotó la esperanza. Entonces se dio cuenta de que era un fantasma. LA OCASIÓN —Quise decírselo otra vez. Mis labios no alcanzaron a modular una sola palabra. Y el invisible arcángel no volverá hasta dentro de cien mil años. SIN FIN Un hombre se forma tras una larga cola. Desesperado, elimina a quien está antes que él. Sigue con todos los de la fila. Hasta que otro hombre se detiene a su espalda… CONTEMPORÁNEOS —Por haber hecho con mis secretos la farsa que anoche estrenaron en El Globo, golpeé al ridículo bufón llamado Shakespeare. TENTADOR Dijo el demonio al Cielo: MEMORIAS DE JUAN CHARRASQUEADO —Yo no lo maté: él solito se le atravesó a la bala. HABÍA UNA VEZ Había una vez un cuento de nunca acabar que también empezaba así. Había una vez… ODISEA Ulises regresó por fin a Ítaca. TRIUNFO Al pisar la cima del Everest, resbaló y se mató. NUNCA SE SABE Dijo: ADORACIÓN La libélula se acercó a venerar el helicóptero, su dios. Fue triturada por las aspas. DISPUTAS —¡No me grites! —contestó la roca al huracán. DERROTA —Detesto a los ancianos trasvestistas —aulló Caperucita. El lobo se tragó la humillación. NOVELA DE TERROR —Vámonos ya. Los muertos nos esperan. CUENTO DE ESPANTOS Violó la cripta a medianoche. Halló su propio cadáver en el sarcófago. VESTUARIO El rey se desnudó aterrorizado. No tenía cuerpo. Él era sólo el manto y la corona. INFERNALIA —Anoche no soñé. Despierto, comprendí que estaba en el infierno y ustedes eran los demonios. GRATITUD —No puedo creerlo —dijo el emperador—: le salvé la vida, le he dado puestos, honores y riqueza, y aún no se ha vuelto en contra mía. TELARAÑA Durante meses la araña hiló su tela. No llegó a atrapar moscas: sirvió para que destruyeran juntas a la obra y a su autora. SUEÑO ETERNO Soñó que despertaba. No pudo abrir los ojos. Había muerto. MALEDICENCIA Para saber qué se decía de él y de su gobierno, el califa recorrió disfrazado la ciudad. Al día siguiente ordenó destruirla y pasar a cuchillo a sus habitantes. CUITZEO —No tengo nada que ocultar —dijo el lago al secarse. Literatura
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